Adoptar una buena postura a la hora de irnos a dormir, es lo que se conoce como “ergonomía postural” y con ello la calidad del sueño y por tanto del descanso mejora.
Pero además, la postura adoptada durante el sueño, repercute también en cómo nos sentimos al día siguiente cuando nos levantamos: bien descansados o con alguna molestia en alguna zona que incluso a veces no es perceptible hasta que realizamos algún movimiento a lo largo del día.
Por tanto, qué postura es la que debemos adoptar a la hora de dormir?
Dormir boca arriba.
Si decidimos adopta la postura de dormir boca arriba, se debe usar una almohada para la cabeza con un poco de firmeza y que no sea totalmente plana, para mantener una buena alineación con toda la columna.
También se puede colocar una pequeña toalla enrollada debajo de la parte baja de la espalda para tener un apoyo adicional.
Dormir de lado
Se considera la postura más recomendada para dormir (preferiblemente del lado izquierdo) porque la columna vertebral se mantiene en todo momento bien alineada y en una posición neutral.
En esta postura, se aconseja acercar un poco las piernas al pecho y usar una almohada entre nuestros muslos para mantener esa postura neutra de la columna lumbar y de la pelvis.
Por otra parte, la almohada para la cabeza, debe tener un poco de firmeza como en el caso anterior pero que se ajuste al peso de nuestra cabeza.
Dormir boca abajo
Se considera la peor posición para dormir. La columna no descansa ya se encuentra suspendida en el aire. Además, la caja torácica no se expande bien por la presión que ejerce el colchón dando lugar a veces a la falta de aire.
Por otra parte, en esta posición tenemos la necesidad de rotar excesivamente el cuello hacia un lado para poder respirar y tensionamos toda la columna cervical.
Si se decide optar por esta postura, se recomienda colocar una pequeña almohada debajo del abdomen para elevar un poco la zona lumbar y también la caja torácica.
Para el caso de padecer algunos de los tipo de patologías que describimos a continuación, te dejamos algunos consejos para adoptar la postura adecuada para dormir:
- Reflujo gastroesofágico. En estos casos, debe evitarse la posición decúbito lateral derecho. Además, la cabecera de la cama debe elevarse unos 20 cm.
- Enfermedad pulmonar. Se aconseja elevar la cabecera o dormir con dos almohadas para facilitar la respiración.
- Enfermedad cardiaca. Como en el caso anterior, se recomienda adoptar una postura que eleve la cabeza para mejorar la respiración.
- Lumbalgia. Las posturas recomendadas en estos casos son boca arriba, y de lado con las rodillas algo flexionadas en posición fetal.
- Apnea. Para las personas que padecen apnea del sueño y/o roncan se desaconseja la posición decúbito supino. En esa postura la legua se desplaza hacia la faringe y disminuye la apertura faríngea, favoreciendo la obstrucción al paso de aire.